viernes, 1 de octubre de 2010

Millón, nos hemos quedado sin rincón


La crisis nos ha dejado sin nuestra bodeguita rincón. De Diego Millón, que se presta el apellido a la rima en consonante. Rodeada de bancos y cajas de ahorro por todas partes, con las persianas bajadas y el tinglado de la terraza multiuso con los toldos recogidos, ya sólo podemos pasar por el lugar y sentarnos a tomar algo en los recuerdos. Siempre será eso mejor que dejarnos llevar por la tristeza y tomar mucho por donde ya sabemos. Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío que no lo puede llenar… etcétera. Pero este cerrojazo se lleva por delante a un montón de amigos y a uno mayor de conocidos. A Sabina le robaron el mes de abril, que tampoco es para tanto si pensamos que a nosotros nos han sisado todos los demás. A nosotros sí nos han cerrado el bar de la esquina. A él no.

Bohemios. Colgaos. Maricones y amariconaos. Bichos raros tan formales. Policías municipales fuera de servicio. Aspirantes a concejal por la vía del dolce far niente, léase tocarse los cojones. Pelotas soba espaldas de esos que pagan la cuenta para ir ganando puestos en el escalafón. Políticos frustrados y frustrantes. Entrenadores de fútbol de boquilla. Gente que tienen al mismísimo Pupas Atlético de Madrid, qué manera de sufrir, en el altar de sus balones y pelotas. Mucho Del Bosque suelto por las mesas, caña en ristre. Futbolistas de los de si yo hubiera querío, hubiera sío güen pelotero. José y Tomás, pareja de hecho, de derecho y de desecho en fútbol sala, un bancario y un policía mas calvo que Kojak.

Empresarias del comercio, sin especificar de qué gremio. Cantaores de flamenco, de los de verdad, de los que te tiran buen pellizco. Dueñas de casas de putas. Jardineros y otros tiquitacas. Quejumbrosos. Amargaos. Murmuradores por la espalda, de esos que se van mucho de la mojarra. Uno, hablador a voces, que supo del GAL, de Galindo, del cuartel de Intxaurrondo y esas cosas, que te propone escribir un libro a medias. Mujeres que están un cachogüenas, y lo saben. Carpinteros sin muebles a la vista. Mujeres de risotada escandalosa, menuda escandalera. Un fontanero sufridor con el Real Madrid mouriñón. Funerarios en excedencia, de oficina, no de nicho, por fortuna. Niños jugando al pilla pilla. Panaderos sin las manos en la masa. Culés de conveniencia y Messi es el mejor. Hinchas de los de viva el Betis manque pierda.Solteronas en edad de merecer. Solterones en busca de rosca que comer. Jubilatas de ambos sexos con cuerpos de pimiento, que los de yogurín perdieron hace mucho tiempo.

Uno al que llamaban “El Topo” porque ha trabajado en la construcción del Metro, ole la gracia. Mecánicos que ya no le piden más trabajo a San Pancracio. Profesoras, dependientas, administrativas, y una esteticista que combina las sesiones de trabajo con la elegancia del erizo. Lectores de lecturas poco vistas. Boticarios, funcionarios, alguno en excedencia. Agentes de viaje, a ver cómo lo digo, cruceristas. Viajeros de vivir sus aventuras en los documentales de la tele. Rentacaristas, que no rentabaratistas. Karatekas que pueden darte una paliza sin necesidad de usar las manos, sólo con hablarte. Promotores y constructores en tiempo de ladrillo sobra que te sobra, aviador uno de ellos, mi proveedor de cámara reflex digital. Rentarios y rentistas. Puteros y putañeros, que siempre ha habido clases. Novias y novios, novietas y novietes, novillas y novillos, de mano tonta y de conversación lo mismo. Charlotines de barra. Charlatanes de bodega. Instructores de nada. Mafiosos de una mafia para andar por casa. Negociantes de negocios que nunca son negocio. Artistas del pincel al óleo.

Vendedores de coches de ni se sabe qué mano. Esa pareja, sí, la de los viernes, consumidores de un bocadillito de atún con rodaja de tomate, y, como extra, una tapa de ensaladilla rusa, no veas tú qué gasto. Matrimonios aburridos como sólo los matrimonios son capaces de aburrirse. Perseguidores de una buena borrachera y Diego, ponnos otro güisqui. Comunistas de boquilla y socialistas de bocaza. El chino nuestro de cada día, topmantero de películas a tres euros, se verán o no se verán bien, también eso entra dentro del precio. Un sordo vendedor de productos de la ONCE, cuyo mayor logro profesional es no haber dado un solo premio en su vida, malas lenguas hay, cagonlaleche.

Derechones de los de ahora, derechitos. Votantes de bragueta. Taxistas sin carrera. Un marqués que no tiene bastante para serlo. Moteros de vocación, y mi particular motero de postín. Conductores de autobús sin niños que les canten que para ser conductor de primera, acelera, acelera. Fandangueros y afandangados a compas de griterío, vaya un compás chungo, en cuanto el vino se mete en jarana venosa. Y otras gentes de tan normal ralea. Y hasta ese tío extraño que soy yo, que ahora escribo todo esto.

Has echado el cierre, Diego, campeón olímpico de las tostas con salmón burgués, con atún, con anchoas y roquefort, con jamón, con palometa proletaria y, sobre todo, con unos chistes no por repetidos nunca menos provocadores de la risa, y ahora no tenemos madriguera donde meternos. Debemos buscar otra. Hurones y conejos estamos faltos de agujero, no sé si me explico. Nos has robado cinco años, cachomamón, pero sólo podemos agradecerte que hayan sido posibles. Nos vemos, amigo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Impecable.

Anónimo dijo...

Con pocas palabras lo digo todo: Este es mi padre!!!orgullosa al máximo de leerlo y escucharlo!!.....un beso muy fuerte,papá!!!