domingo, 3 de octubre de 2010
A los niños hay que reventarlos: la letra con sangre entra
La letra con sangre entra. Eso debían pensar los ecologistas del grupo 10:10, en Reino Unido, cuando lanzaron hace unos días su campaña en internet con un anuncio muy significativo, didáctico y con altas dosis de pedagogía. En él aparecía una profesora que instaba a sus alumnos a reducir su gasto energético para rebajar las emisiones de CO2. Quien se oponía, era literalmente detonado delante de sus compañeros. Sangre, vísceras, cine gore. Niño, ¿no quieres colaborar? Pues, hala, así revientes, boum, adiós.
El video constaba de tres tres escenas. En la primera, una profesora intentaba convencer a sus alumnos de las bondades de ahorrar energía. Unos pocos rechazaban participar en la iniciativa. "Sin presiones" –No pressure–, decía la maestra, que después apretaba un botón rojo que hacía estallar los cuerpos de los alumnos díscolos. El resto de episodios eran igualmente salvajes: en uno de ellos, un empresario aleccionaba a sus empleados y en otro, un entrenador de fútbol hacía lo propio con sus jugadores. En ambos casos, los escépticos terminaban pulverizados. En el final del corto, la propia dobladora también muere cuando rechaza colaborar con la campaña.
El anuncio se extendió rápidamente por la red y suscitó las lógicas protestas de muchos ciudadanos por el contenido extremadamente violento. Los responsables de la campaña decidieron sacar el vídeo de su página y pidieron disculpas a quien se pudiera haber sentido ofendido, aunque insistían en que su único objetivo era "hacer reír" y acaparar titulares. Tal simpatía les ha reportado numerosos espacios en medios de comunicación. Cuerpos destrozados, objetivo cumplido.
Nuevas técnicas de enseñanza y fomento del aprendizaje. Hermosa lección.
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